¿Eres feliz?

Richard Bach escribió en su novela “Ilusiones”: ¿Qué haríais -preguntó el Maestro- si Dios os hablara directamente a la cara y os dijera: Os ordeno que seáis felices mientras viváis?

Richard Bach, escritor consagrado con su novela Juan Salvador Gaviota, su obra más célebre, también es el autor de “Ilusiones”.

Un libro fantástico que nos adentra por completo en el crecimiento personal.

El libro comienza con una especie de cuento de unas criaturas que vivían en el fondo de un riachuelo cristalino. Todas se aferraban a las ramitas y rocas del fondo, para que la corriente no se las llevara, lo hacían porque así lo habían aprendido desde la cuna.

Hasta que una criatura dijo que estaba harta de asirse y pensó soltarse. Las otras criaturas exclamaron que era una necia, ya que la corriente la arrojaría a las rocas y moriría. No les hizo caso y se soltó. Al principio efectivamente se dio contra las rocas y se lastimó, pero ella insistía en no volver a asirse, hasta que de repente la corriente la alzo del fondo y no volvió a hacerse daño.

Las criaturas que estaban aguas abajo, que no la conocían, le decían: ¡Ved un milagro! ¡Una criatura como nosotras, y sin embargo vuela! ¡Es un Mesías!

Y ella respondía: No soy más Mesías que vosotros, el río nos complace en alzarnos, con la condición que nos atrevamos a soltarnos.

Un cuento maravilloso que inicia un gran libro cargado de profundas reflexiones.

Para mí existen dos tipos de personas: las que se sueltan del fondo del río cristalino, y las que permanecen agarradas de por vida.

Las personas que se sueltan del fondo
Son las personas que viven independientemente y saben pensar por si mismas. La vida para este tipo de personas es una gran aventura, saben exprimir los momentos como únicos. Y su prioridad en la vida es amar sintiendo que es el motor de su vida. Son hacedores de milagros porque son magnificentes en su forma humana. Viven alegres y de buen humor; y cuando atraviesan por el dolor y el sufrimiento lo encajan como un aprendizaje y siguen avanzado, sabiendo que la corriente les continua alzando.

Este tipo de personas no buscan la felicidad, por qué viven en la felicidad, saben que la felicidad no se busca, esta dentro de ellos y depende de la actitud suya ante la vida.

Los que permanecen agarradas al fondo

Son las personas que se dejan llevar por la sociedad. La opinión de los demás les es de vital importancia.

Suelen ser personas que entran frecuentemente en el tedio y nunca están contentas con lo que tienen. Su prioridad en la vida es conseguir dinero a toda costa. Viven de mal humor, y cuando atraviesan el dolor y el sufrimiento, se mantienen indefinidamente auto compadeciéndose, a veces, por el resto de sus vidas, entrando en la decadencia total.

No saben amar por qué no saben amarse a si mismos. Buscan la felicidad toda su vida, pero jamás la encuentran.

Siempre echan la culpa a los demás de su infelicidad, nunca se darán cuenta que dependen de si mismos para ser felices.

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