Dios estableció la ley para que el pueblo judío pudiera vivir en santidad, transgredir la ley de Dios era equivalente a la muerte.
Dios también ordenó al pueblo que coloquen una franja en los bordes de sus vestidos y en cada franja un cordón azul, de esta manera cada vez que vieran dicho cordón recordarían los mandamientos de Dios.
Hace algunos años, mi iglesia realizó un campamento cristiano para niños y adolescentes donde tratamos un tema importante y que ha sido tabú en muchas iglesias: la sexualidad. En dicho campamento, y basados en este pasaje de la biblia, hicimos pulseras de color rojo con una cruz blanca, de manera que cada vez que la persona viera la pulsera en la muñeca, recordara que debe vivir en santidad para Dios. Muchos dejaron hábitos sexuales que van contra la palabra de Dios gracias al uso de estas pulseras.
Me llama la atención el versículo 39 "y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis". Nuestra naturaleza pecaminosa nos incita a rebelarnos contra la palabra de Dios y contra sus mandamientos, por eso no debemos dejarnos guiar ciegamente por nuestros deseos.
Nosotros tenemos un cordón azul que los hebreos no tenían: las sagradas escrituras. Si meditamos en su palabra, la guardamos en nuestro corazón y la obedecemos, cuando llegue la tentación podremos vences con ayuda de Dios.