Lo grande está destinado para los hijos de Dios


¿Quién dijo que los cristianos fuimos llamados a lo pequeño? ¿A ser el chupe de otro? ¿Los últimos de la cola…? ¿O a nunca sobresalir…?

¡Tengo la plena convicción que las cosas no son así ni lo serán jamás! Quizá así nos la vienen pintando otros... Que debemos tener perfil bajo, y sólo predicar en zonas rurales de nuestro país porque ellos son los que necesitan más. Nos dicen: “El cristianismo es para las viudas, los pobres y los huérfanos… pero no para nosotros”.

Se equivocan, Dios nos llamó, a ti y a mí, para algo grande. “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Génesis 12:2).  Quien te conoce debe saber que fuiste destinado a ser bendición y a grandeza.

Leví, un joven como tú o como yo, tenía un muy buen trabajo… Sí, como el que tal vez tienes tú en este momento. Trabajaba en la SUNAT de Israel, su sueldo era muy atractivo, no limosneaba a nadie… ¡Había sido promovido como un excelente funcionario público! Pero un día, Jesús se le acercó  (Lucas 9) y ¡no sólo eso! Jesús lo llama para ser su seguidor… Él no lo pensó dos veces pues dejó todo para seguirlo. V.28 Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.”

¿Acaso Leví dejaría su trabajo top por algo tan simple que le ofrecía un desconocido llamado Jesús? ¿ O por un puesto pichirruchi que un hombre de voz cálida le venía a ofrecer? ¡De ninguna manera!  Yo tampoco lo hubiera hecho, si es que no tuviera la seguridad que ese llamado me cambiaría la vida…

Leví es el famoso Mateo, sí… el mismo que escribió el primer libro del Nuevo Testamento… ¿Alguna vez se hubiera imaginado él siendo escritor?  Creo que no… ¿O, se imaginó acaso, que millones de personas alrededor del mundo íbamos a leer sus escritos? Sí, porque la Biblia es el libro más traducido, más impreso y sobre todo el más vendido en toda la Tierra.

Es más, sin ir demasiado lejos, yo nunca imaginé que tú estarías leyendo lo que yo escribiría… ¡ni en un millón de años lo hubiese pensado!

Otro magnate de Dios dijo: “Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande” (Job 8:7). Así que, no te dejes engañar pues estás destinado para algo MUY GRANDE. Dentro de ti existen dones y talentos… ¡no dudes de ello! Pudimos haber iniciado pequeños, insignificantes pero quiero que hoy, con este artículo, se te abran los ojos y sepas el secreto que Dios tiene para tu vida: “GRANDEZA”.

En vano Él no nos dijo “Aumentarás mi grandeza” (Salmos 71:21ª). Dios te va a dignificar… ¡Así que saca lo mejor de ti pues Él ya depositó GRANDEZA y te va a levantar! ¡Serás alguien importante y te darás cuenta que LO GRANDE es para ti!

Dios no llama hijos basura ni hijos poca cosa… Él te llama a ti porque sabe que serás extraordinario, que te diferenciarás del montón – como dice mi mejor amiga – tienes un “toque distintivo”… eso es la huella de Dios.  Es decir, el más grande los grandes que ha creado hijos con grandeza dentro de sus corazones.

Salmos 126:3 (La Biblia de las Américas) Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estamos alegres.

Este secreto, alguien quería que no lo supieras, pero tú vas a hacer cosas grandes. ¿Cuándo? Cuando te decidas hacerlo… Es hora de explotar tus talentos, de sacar todo tu potencial. Vive como un hijo de Dios – o como dirían los argentinos – no como un agrandado. Yo prefiero verte sentado alrededor de los grandes y decir algún día “conocí a esa persona y míralo, ahora es GRANDE porque está cumpliendo su propósito”.

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