¡¡¡Feliz día mamá!!!


Este es uno de los días que no sólo debería celebrarse una vez al año… y aunque yo todavía no tengo el regalo para mi mami, te pregunto, ¿tú ya lo tienes? Antes de salir a conseguirlo, léeme atentamente pues te escribe alguien que siempre ha sido una de las hijas que sorprende a mamá… en la última hora. 

Cuando me bañaba, a los tres añitos aproximadamente, le recité en la tina “Mamita, como soy tan pequeñita, nada te he podido regalar pero mi corazoncito, sí”. Mi mamá terminó de bañarme con lágrimas en sus ojos. Hay momentos inolvidables  que no se pueden relatar y no porque sean vergonzosos sino porque no alcanzaría el tiempo. Recuerdos de caritas pintadas, tarjetas, poesías, flores que le diste en su día y, estoy segura, que ella las tiene grabadas en su corazón como si fuera ayer.

Hoy mi artículo es para ti, que eres hijo, para que seas como dice la Biblia: “Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte” Salmo 127: 3 NTV

Mi oración por ti hoy, es que seas ese regalo de Dios para tu madre, un regalo que no tiene precio, una honra que no puedes pagar con Visa o Mastercard sino con tu vida y tu amor.

Yo también fui de las que hice el ridículo para robarle una sonrisa a mamá por su día. ¿No me creen? Me disfrace de conejita, cholita, burbujita… ¡hasta de farolera! Canté y baile a todo pulmón para mi mamá… y para probarlo aquí están las fotografías. J



Allí estaba yo siempre mirando, por detrás del escenario, si mi mamá ya había llegado a la actuación… Pensando si esta vez su jefe le habría dado permiso para estar a tiempo y verme cantar y bailar para ella.

Sé que tú también lo has hecho más de una vez y al leer estas líneas los recuerdos inundan de alegría y nostalgia tu corazón. Yo, por ejemplo, al recordar en mi mente cada una de esas imágenes, se me forma un nudo en la garganta y solo me queda decirle: “Gracias mami, tú has estado conmigo en mis mejores momentos y en lo no tan buenos, desde mi nacimiento hasta hoy… gracias por existir. Gracias por tenerme nueve meses en tu vientre, no fue fácil perder tu figura para alimentarme. Gracias porque fuiste la primera que me dio la bienvenida al mundo con un beso, por siempre abrazarme, por engreírme… Y aunque ya cortaron el cordón umbilical, hace algunos añitos no más, siento que tengo una conexión tan grande contigo que nadie puede cortar. Gracias mamá por tejerme los disfraces, por prepararme la lonchera, por vestirme, por cocinar tan rico, por ayudarme con los herbarios, por enseñarme a escribir tan bonito como tú, por ser mi enfermera en las noches que el asma me atacaba, por enseñarme a amar a Dios y alentarme a ser mejor cada día… Sé que no eres la mujer maravilla ni eres perfecta pero con todo, eres la mejor para mí. Gracias mamá porque inspirados en ti se escribió Proverbios 31 porque si algo te caracteriza es que eres una mujer virtuosa y si existiese un premio a la excelencia materna, estoy segura que tú lo ganarías”.

“Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía” Colosenses 3:14

Así que hoy los invito a vestirse de amor para sus madres… A ti te digo: Ámala, que tu corazón hoy le rinda homenaje, hazle vivir sus mejores días en esta tierra… A ella, a la mujer que te sacó adelante muchas veces sola y sin apoyo, recuerda que aún así no te dejó caer, sino que se las ingenió más que Mac Gyver para que obtuvieses tu felicidad. Te dio buenos consejos aunque no te gustaron muchas veces pero al fin de cuentas tenía la razón…

¡En esta ocasión mi homenaje va para la primera en despertarse y la última en acostarse, para nuestras madres… las mejores amigas del Espíritu Santo!

Te invito a vestirte de perdón para ella, sin importar lo que haya pasado entre ustedes. Tenle paciencia y escúchala, préstale tus oídos a aquella que te tuvo como inquilino durante nueve meses en su vientre. No te exasperes cuando ella no entiende algunas modernidades que ya no están acorde a su generación… Te cuento que estoy enseñando a mi mamá a usar la computadora y, es más, ya tiene Twitter y sabe enviar mensajitos. Busca tú también oportunidades para honrarla, para compartir con ella… Ora por su vida y bendícela cada día. ¡Sé tú quien dé los primeros pasos!

Para aquellos que ya están casados y se fueron del hogar… Sean agradecidos, visítenla y alégrenle el corazón. No se olviden que ella ha sido y aún sigue siendo su ángel. Y aunque no estoy casada todavía, una vez me tocó pasar el Día de la Madre en Bogotá – Colombia lejos de ella… Era la primera vez que estaba lejos de mi familia y más aún para una fecha tan importante. Así que se me ocurrió honrarla a la distancia y le compuse una canción. Cuando terminé, salí a llamarla por teléfono en plena lluvia bogotana – que por cierto no son como las lluvias limeñas – solo con el deseo de escuchar su voz y decirle ¡Feliz día mamita linda! Así que tú, que quizá la tengas lejos, dale una llamada y agradécele por todo su amor y dedicación, recuerda todo lo bueno que han vivido juntos.

Y si tu mami ya partió con el Señor pero estás agradecido por todo lo que significó para ti. Haz una oración por ella a Dios, que es tu padre y tu madre. Él hará llegar tu mensaje a tu mamita, cual nubecita que va de un lado a otro, al ángel que tienes en el cielo.

Así que vístete de amor, vístete de perdón, vístete de paciencia y de buen humor para ella y que tu vida le diga garganta al viento: ¡Feliz día Mamá! Pero no quiero concluir estas líneas sin decirte que esta ocasión como en las tantas que hemos tenido, también me uno a ti en la oración que levantarás por tu mamá y ¿por qué no? Te presto este espacio virtual para que expreses todo lo que ella es y será para ti. ¡No te avergüences! ¿Quién se anima? Yo ya empecé al momento de escribir y publicar este post J

 Por Wenddy Neciosup

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