Ps. Byron Sales Curiel
Intro...
En el caso de Guatemala, este derecho se norma en el artículo 28 de la Constitución Política de la República. Y este derecho lo pueden ejercer los ciudadanos del país que lo norme.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes aún siendo malos, saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Así que traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas. Mateo 7:7-8 RV95
En la ciudadanía celestial o espiritual, ocurre algo similar. En la Biblia, Dios contempla este Derecho de Petición, y a quienes facultad para ejercerlo es a Sus hijos. En el caso de la mujer cananea que pidió a Jesús que liberara a su hijo, asombra ver la respuesta de Jesús:
El respondió -No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros. -Si Señor; pero hasta los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Mateo 15:27-26 RV95
Aunque suena un insensible la actitud y respuesta de Jesús, deja establecido que la prioridad la tienen los hijos de Dios.
También debemos considerar el hecho que al final del verso 8 de Mateo 7, Jesús eleva este derecho al grado de ley o decreto. Veamos lo que Salmos dice al respecto:
Yo proclamaré el decreto del Señor: -Tú eres mi hijo-, me ha dicho; -hoy mismo te he engendrado. Pídeme y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra! Salmo 2:7-8 NVI
Analicemos algunos aspectos que propician a que Dios nos invite a ejercer ese derecho de Petición:
La Honra a Dios
Dios honra a los que lo honran. Una de las motivaciones para darle a Dios Diezmos y Ofrendas debería ser el hecho de querer honrarlo. Proverbios 3:9-10 habla clara de ese asunto.
En 1a. Crónicas 1:16-12, se narra la ocasión en que Salomón recién estrenado como Rey, sube al monte alto para honrar a Dios con 1,000 holocaustos, situación a la que Dios responde invitándole a pedirle todo lo que quiera.
Si vamos a pedirle a Dios, asegurémonos de haberle honrado antes.
La Obediencia a su Palabra
Jesús hablándole a sus discípulos dentro del contexto del servicio y el amor a las almas, les promete que si permanecen en Dios y Sus Palabras permanecen en ellos, que pidan todo lo que quieran que les será concedido.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. Juan 15:7 NVI
La obediencia a Dios y a Su Palabra, paga altos dividendos. Son grandes las recompensas para aquellas personas obedientes.
Salmos 1:1-3 NVI Obediencia trae productividad, longevidad y éxito en los emprendimientos.
2a. Crónicas 20:20 NVI Josué 1:8 NVI Éxito en los emprendimientos.
Isaías 1:19 NVI Disfrute de las mejores cosas de la tierra.
La Motivación de nuestras peticiones
Si vamos a ejercer el Derecho de Petición, pidamos con la motivación correcta. Es decir, si vamos a pedir pidamos bien.
Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. Santiago 4:2-3 NVI
No pedimos porque no pedimos y si lo hacemos lo hacemos mal.
En resumen...
Jabes es un ejemplo de una persona que se atrevió a pedirle a Dios.
Jabes fue más importante que sus hermanos. Cuando su madre le puso ese nombre, dijo: -Con aflicción lo he dado ha luz-. Jabes le rogó al Dios de Israel; -bendíceme y ensancha mi territorio: ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción-. Y Dios le concedió su petición. 1a. Crónicas 4:9-10 NVI
Si lees detenidamente, no se menciona al padre ni el nombre de su madre, como si lo hace de otras personas versos anteriores y posteriores. Podemos concluir que Jabes vio en Jehová más que una figura divina, la consideró como un Padre.
Invita a Jesús a que viva en tu vida, y deja que Dios sea tu Padre hoy!, y goza de esta inmensa bendición, de ejercer el Derecho de Petición como un hijo Suyo.