A la puerta del Templo... entrando al Reino


Ps. Byron Sales Curiel

Intro...

Es difícil pretender ser un cristiano genuino, con tan solo cambiar de religión. Una cosa es ser salvo y otra distinta es vivir en el Reino de Dios gozando de sus beneficios.   El ser salvo es un suceso, pero el vivir en el Reino de Dios es todo un proceso.

Hechos 3:1-10
Pedro y Juan subía juntos al Templo a la hora novena [tres de la tarde] que era la de la oración.  Había un hombre, cojo de nacimiento, que era llevado y dejado cada día a la puerta del Templo que se llama la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo. Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les rogaba que le dieran limosna.

Pedro, con Juan fijando en él los ojos, les dijo: -Míranos.  Entonces él los miró atento, esperando recibir de ellos algo.

Pero Pedro dijo: - No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.  Entonces tomó por la mano derecha y lo levantó.  Al instante se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, saltando y alabando a Dios.  Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios.

Y lo reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del Templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.

El pasaje del cojo del templo de la Hermosa, ilustra esa gran distancia entre estar tan cerca y lejos de Dios, estar a las puertas del Templo pero lisiado, limitado para proyectarse a todo el potencial en Dios.

Analicemos con cuidado el relato bíblico y a sus personajes.

Tan cerca y tan lejos...

No dice la Biblia, cuánto tiempo llevaban haciendo lo mismo con el cojo, solo se limita a decir que todos los días lo dejaban a la puerta del Templo a pedir limosna.  Éste pudiera haber estado a escasos metros o incluso pasos de entrar al Templo, pero lamentablemente se encontraba  afuera!

Hay muchas personas que están tan creta y tan lejos de Dios.  Personas que asisten regularmente a una iglesia, aquellas que tratan de vivir una vida piadosa, o aquellas que sus familiares son cristianos y otras que incluso podrían haber aceptado a Jesús y son salvas.  Pero no están dentro! viviendo en el Reino de Dios.  Tan solo están a la puerta del Templo pidiendo limosna, tratando de tener una especie de experiencia de religión cristiana.

De niño, crecí en una colonia en la zona urbana de Retalhuleu, en la costa sur de Guatemala.  Mi casa estaba ubicada a escasas calles del estadio de fútbol, y por supuesto el fútbol siempre fue mi pasión.  Desde la casa se podía oír la algarabía de la afición del estadio cuando jugaba el equipo local los domingos.  En ese tiempo, junto con mi mejor amigo y vecino, nos encaminábamos a la puerta del estadio y veníamos a la gente entrar a disfrutar del partido.  Pero nosotros no, bueno eran otros tiempos y nuestras familias no contaban con el dinero para pagarnos el boleto de entrada.  Por lo que, nos conformábamos con quedarnos afuera del estadio y cuando gritaban por un gol, corríamos luego a oírlo a algún radio que estuviera transmitiéndolo en alguna tienda.

Todo cambió cuando en algún domingo, no recuerdo bien como sucedió realmente, lo cierto es que una persona adulta que sin duda siempre nos observaba a la entrada del estadio, decidió entrarnos como sus hijos.  La emoción no se podría describir, nos tomó de la mano y pasamos por el control de entrada y al otro lado nuestros ojos pudieron observar todo el esplendor del estadio, la cancha, los jugadores y la afición, ese día nos cambió la vida.

 Siguiendo con el relato bíblico, el otro asunto a considerar de esta persona, es que estaba lisiada de nacimiento, al punto que tenía la necesidad que lo cargaran para llevarle a la puerta del Templo.

El ser cojo o lisiado aquí significa más que una limitación física.  Implicaba un estancamiento en la vida, una situación de conformismo y cierta "estabilidad", pero lo que Dios tiene planeado para nosotros es crecimiento, promoción y avance hasta alcanzar la plenitud.

La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.  Proverbios 4:18 RV95

Un príncipe en el exilio

Cuando nos encontramos a la puerta del templo al igual que el cojo de la historia, podríamos conformarnos a pedir limosnas; cuando tenemos todo el derecho dado por Dios para entrar a su Reino [Templo] y sentarnos en el lugar que Él ha dispuesto para nosotros.

La Biblia describe la historia de otro personas que por una situación trágica quedó lisiado a temprana edad, en sus venas corría sangre real, porque él era un príncipe, sin embargo no estaba en un reino sino en una tierra desértica, lejos del palacio y de sus beneficios como tal.  Su nombre, Mefi-Boset nieto del rey Saúl e hijo del mejor amigo de David, Jonatan, pero apreciemos la historia:

Jonatan hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies.  Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán; su nodriza lo tomó y huyó, pero mientras huía apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo.  Su nombre era Mefi-Boset. 2a. Samuel 9:4:4

Preguntó David: - Ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien pueda yo favorecer por amor de Jonatán?-  Había un siervo de la casa de Saúl llamado Siba, al cual llamaron para que viniera ante David.  Y el rey le preguntó: -Eres tu Siba?  -Si, para servirte - respondió él.  El rey le dijo: -No ha quedado nadie de la casa de Saúl para que yo lo favorezca con la misericordia de Dios? Respondió Siba al rey: -Aún queda un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. - Donde está? -le preguntó entonces el rey.  Siba respondió al rey.  -Está en casa de Maquir hijo de miel, en Lodebar.

Entonces el rey David mandó a traerlo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar.  Al llegar Mefi-boset hijo de Jonatán hijo de Saúl, ante David, se postró sobre su rostro e hizo una reverencia.  David le dijo: -Mefi-boset.  -Aquí tienes a tu siervo -respondió él.  Luego David añadió: -No tengas temor, porque a la verde yo tendré misericordia contigo por amor de Jonatán tu padre.  Te devolveré todas la tierras de tu padre Saúl, y tú comerás siempre a mi mesa.  Inclinándose él dijo: -Quién es tu siervo, para que me mires a un perro muerto como yo?.  Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl y le dijo: -Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu senior.  tu, pues le labrarás las tierras, tu con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu senior tenga pan para comer; pero Mefi-boset, el hijo de tu senior, comerá siempre a mi mesa.  2a. Samuel 9:1-10 

Las personas que están lisiadas no pueden entrar a Palacio porque son príncipes viviendo en el exilio:

  • Viven lisiados [limitados] por causa del temor.
  • Viven en Lodebar, que significa tierra desértica, árida, sin esperanza.
  • Viven improductivamente [solo están existiendo] sin esperanza y futuro.


Pero lo que no saben es que...
  • El Rey quiere hacer misericordia y los mandó a llamar.
  • El Rey por amor a otra persona [Jesús y Jonatán] quiere tenerlo en palacio y restituirle todas las cosas.
  • El Rey por ese amor quiere devolverle su identidad, dignidad, autoridad y posesiones.


Y entró andando y saltando al Templo...

La historia del cojo del Templo de la Hermosa, es cambia de giro cuando algo cambio en su monótona vida.  La pregunta es... Cómo vivir una vida dentro del Templo, dentro del Reino de Dios? Cómo gozar de las bendiciones de estar bajo la autoridad de un Rey?

Es aquí donde Pedro y Juan entran en escena...  La revelación de la Palabra y el Poder manifiesto del Espíritu Santo.  No tenemos limosna para darte, pero si tenemos lo que necesitas... levántate y anda!

En la conversación que Jesús tuvo con el principal Nicodemo, podemos aclarar las dudas del milagro:

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, dignatario de los judíos.  Éste vino
a Jesús de noche y le dijo: -Rabi, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Le respondió Jesús: -De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.  Nicodemo le preguntó: -¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?  Respondió Jesús: -De cierto, de cierto te dijo que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es.  No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.  Juan 3:1-7


Finalmente es la revelación de la Palabra [agua] y el poder del Espíritu Santo, lo que nos introduce a una vida de Reino.

En resumen...

Hoy es tu día, te invito a conocer el otro nombre de Jesús: Emanuel, Dios con nosotros.  Ten animo y por la revelación de la Palabra y el poder del Espíritu Santo entra al Templo, a Su Reino.

Para otros temas similares visita: Desafíos [haz clic aquí]



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