Pastor Byron Sales Curiel
Dosis de Sabiduría - 08 Septiembre 2013
Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso. Proverbios 8:13 NTV
Finalmente la existencia humana se resumen a la lucha de dos Reinos: El reino de Dios y el reino de las tinieblas. Ambos son polos opuestos que están en constante lucha, el bien y el mal, la bondad y la maldad, la salvación y condenación, pobreza y prosperidad, salud y enfermedad, vida y muerte, etc.
No hay nada más irritante que lidiar con una persona no definida; que por tiempos es está tratando de agradar a Dios, y en otro tiempo su conducta deja ver que no quiere saber nada de Él.
Dios es drástico con los que no se definen:
“Conozco tus obras; sé que no eres ni frio ni caliente. Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca. Apocalipsis 3:16 NVI
“Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Santiago 3:11 NVI
“Es que no está de mi parte [Jesús], está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce” Mateo 12:30 NVI
La persona defina y radical que teme al Señor lo refleja en:
su forma de pensar [sin orgullo y arrogancia],
su forma de actuar [sin corrupción], y
su forma de hablar [sin lenguaje perverso].