Pastor Byron Sales Curiel
Dosis de Sabiduría – 22 octubre 2013
El pobre trabaja para el rico; el que pide prestado se hace esclavo del prestamista. Proverbios 22:7 TLA
En tiempos bíblicos, si un deudor no podía pagar sus deudas, el acreedor estaba en su pleno derecho de mandarlo a la cárcel, y sus bienes incluso esposa e hijos pasaban a sus esclavos para cancelar la deuda. En tiempos modernos persiste la esclavitud financiera, porque muchos trabajan para el banco, las tarjetas de crédito, y diversos acreedores, con el fin de pagar sus deudas!
Es un mito que las riquezas y ser feliz van de la mano, o que son la misma cosa; es equivocado pensar que “el dinero no es la felicidad, pero es lo que más se le parece”.
No hay nada de malo en aspirar a tener una “vida de lujos”, el problema es ser impulsado por la codicia y avaricia para pretender esos lujos, sin antes haber generado la riqueza para pagarlos.
La avaricia y codicia, entre otras causas, llevan a las personas a esclavitud financiera. Son sustitutos de la fe, porque actúan de manera similar a la fe, pero con resultados totalmente contrarios.
“Sean vuestras costumbres sin avaricia contentos con lo que tenéis ahora, pues el dijo: -No te desampararé ni te dejaré-. Así que podemos decir confiadamente: -El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer le hombre-.” Hebreos 13:5-6 NR95
Se feliz con lo que tienes, no te endeudes por tener lo que por ahora tus finanzas no permitan, confía en un Dios proveedor que no te desamparará, y trabaja arduo para vivir en libertad financiera.
Si tienes todo pero menos a Dios, no tienes mucho. Si tienes la presencia de Dios y un poco más por el momento, puedes estar contento.
Es mejor tener un alma contenta, que una billetera llena, pero esfuérzate por tener ambas!