"Página en Blanco"


Así comienza todo, como cuando uno es estudiante y tiene cuadernos en blanco, ordenados y con tapas sin arrugar a comienzos de año. No hay equivocaciones, no hay letras, no hay materias ni dibujos al margen, nada, sólo hojas vírgenes. Éste no contiene nada interesante que leer, no existe interés en ver lo que hay en su interior, quizás el diseño de la tapa llame la atención por algunos días pero si no se escribe en él, éste pasará inevitablemente a ser uno más y engrosará una larga lista de indiferencias.

Al menos yo tengo un par de cuadernos que nunca he utilizado, deben de estar en mi pieza porque dudo que los haya botado. Ahí están esperando a ser escritos, anhelan llenarse de palabras, de historias completas e incluso inconclusas, todo es mejor que seguir de blanca apariencia.

No sólo cuadernos son los que están en blanco en nuestras vidas. Por mi parte nunca he patinado, nunca he aprendido a nadar, aun no se conducir, entre otras tantas cosas. Quizás ha pasado esto porque no he querido, no he tenido la oportunidad o simplemente me da miedo. Eso es lo que me sucede al intentar nadar, me da miedo el agua, no hay caso de que pueda al menos flotar. Esa sensación de sentirme a la deriva sin tocar con los pies el fondo es algo que no puedo explicar. Me da risa contarlo ya que hasta un niño sabe nadar y disfruta estando en la piscina o en el mar.

Y así como hay cosas que yo no he vivido, a muchas personas les pasa algo parecido. Algunos tienen muchas hojas en blanco, facetas que aun no han descubierto. Quizás por miedo (como lo es para mi el nado), quizás por recelo, por distancia o simplemente el hecho de no querer adentrarse en un mundo que sencillamente no les interesa.

Hablar con personas con “páginas en blanco” es divertido, porque así como no quieren conocer, uno puede contarles sobre cómo es aquella página un tanto más adornada y señalarles de paso que así como ellos, uno también partió desde cero. Ese fue el caso de ayer en donde una persona me dijo que “veía la religión como la política, que era mejor no inmiscuirse en ella”. Y claro tiene mucha razón si lo vemos fríamente. Más me aventuraba a contarle lo contrario (con el afán de mostrarle una nueva ventana o puerta), no se si cambié su parecer pero al menos intenté dejarle una inquietud. Quizás adorné con algunas letras su página, su cuaderno o su diario de vida en blanco que tiene con Jesús.

Y es eso, nada más lo que he intentado en estas líneas realizar. ¿Saben? Este es mi segundo intento para actualizar este blog, espero haberlo concretado esta vez, pretendo que sean las líneas exactas que les quiero dedicar. No quería dejar una mancha en sus cuadernos en blanco, sino que simplemente quería dejarles una nota al margen, un titulo, o donde ustedes quieran colocar este nombre incomparable llamado Jesús. ¡Qué mejor que esta fecha para poderlo conocer!. No se conformen a recorrer esta existencia sin escribir lineas, párrafos, historias sin conocer a Jesús. Más los invito a que se aventuren a vivir una vida con Él, ¡Aventúrense! ¡Anímense! Digan lo que digan, ¡Confíen! ¡Tengan Valor! Alguien pretende ser tu amigo y ese es Jesús.

Autor: Andrés Castillo

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