Dosis de Sabiduría: 22 Agosto 2013
La verdadera humildad y el temor del Señor conducen a riquezas, a honor y a una larga vida. Proverbios 22:4 NTV
Nuestra sociedad comete el error de
confundir los términos y palabras en aras de respetar y no ofender a grupos
sociales determinados por ejemplo: agrupaciones religiosas, grupos étnicos,
clases sociales, etc.; por lo que frecuentemente se emplea la palabra
“humildad/humilde” como sinónimo de “pobreza/pobre”.
Ser humilde implica una virtud que se manifiesta
en la actitud de la persona, al evitar considerarse superior a los demás. Por
el contrario, la pobreza es una concepción mental que se refleja en su
condición financiera y manera de vivir.
Por lo tanto, si la humildad y la
pobreza no guardan ninguna relación entre sí, una persona podría alcanzar
riquezas y mantenerse humilde, pero también ser pobre y orgulloso.
Lo mejor que puedes hacer por los pobres es no ser uno de ellos. Porque si eres rico podrás ayudarlos y
convertirte en inspiración para sacarlos de su condición.