Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo enfrentarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. Juan 16:33 NVI
Es un error considerar que una vida cristiana es una vida sin problemas. La vida del creyente en Cristo, también es una vida con problemas y aflicciones, la diferencia está que ahora, el mismo Dios está de nuestra parte y nos da no solo la salida sino la victoria. De hecho, los problemas se convierten en herramientas necesarias para que podamos conocer al Dios Todopoderoso y que descubramos lo que somos capaces de hacer en el nombre de Jesús.
Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada. Santiago 1:2-4 NTV
A la luz de pasaje bíblico del libro de Santiago, consideremos algunas formas diferentes de afrontar los problemas:
- Los problema, ejercitan tu fe haciéndote aprender y crecer en lo espiritual.
- Enfrentar problemas, es la manera de Dios para sacar lo mejor de ti y evidenciar de lo que eres capaz.
- Los problemas son oportunidades en la vida para obtener algo mejor.
- Los problemas, al vencerlos y superarlos completan algo que te hacía falta.
- Enfrentar problemas y superarlos, ayudan a que tu fe sea constante.
Más que vencedor
Para que una persona sea declarada vencedora es necesario que previamente tenga una batalla. Para ser más que vencedor tienes que ser más que luchador.
Romanos 8:31, 35, 37 NVI
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra'? ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Confía en Dios
Deposita tu confianza en Dios, y por sobre todas las cosas y personas, cree y espera ayuda de Dios. No pongas tu confianza en ti mismo o en alguien más. Depende totalmente de Dios, haz planes, traza pautas de acción, pide consejo y oración, y espera que Dios actúe a tu favor.
Salmos 20:1-2 NVI
Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja. Que te envíe ayuda desde el santuario; que desde Sion te dé su apoyo.
Dios una y otra vez en su Palabra dice que no temas, porque promete que estará contigo y te ayudará. Él nunca abandona y avergüenza a quienes en Él confían.
Salmos 91:14-16 NVI
Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.
No te lo tomes personal
No te lo tomes personal y no te pelees con Dios. No eres el primero ni al último a quien le suceden situaciones inesperadas y adversas. No se trata de ti, sino de un asunto mayor, un asunto de Reino, de un propósito de Dios.
Y luego el Espíritu le impulsó (a Jesús) al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. Marcos 1:12-13 NVI
La prueba no es para siempre
Sé lo que pasa por tu mente, porque yo también lo he experimentado: ¿Hasta cuándo terminará esto? Y la respuesta es: El tiempo que sea necesario.
Sin embargo, la duración de la prueba es más corta de lo que piensas. En su amor y misericordia, Dios no permitirá que afrontes la adversidad más del tiempo que puedas resistirla, y pronto Él dará la salida.
Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 1 Pedro 5:10 NVI
Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho peso que las dificultades! 2 Corintios 4:17 NTV
Cada día que pasa no estás más lejos, sino al contrario, estás más cerca del cumplimiento de la promesa de Dios.
No te desanimes
El desánimo es una reacción natural ante los problemas. Los problemas si lo permites, provocarán que de a poco vayas perdiendo tus fuerzas, en lo físico, emocional y espiritual.
Fuerzas físicas.
De pronto, sin razón te sientes cansado, sin fuerzas, incluso con dolores musculares y de cabeza, en otras palabras eres víctima del estrés.
Fuerzas emocionales.
Te destruyes a ti mismo y a las personas a tu alrededor. Ya no eres el mismo, te mantienes de mal humor, o triste, casi no sonríes y casi nada te logra emocionar o te hace soñar. Tus relaciones con las personas a tu alrededor, empezando con tu familia, se van deteriorando, y no eres ni la sombra de la persona que solías ser, a consecuencia de tu mal humor
Fuerzas espirituales.
El desánimo apaga tu fe. El temor, cuando invade tu ser, da paso a la incredulidad, empiezas a ver sólo en el plano material y se bloquea tu vista espiritual.
Si flaqueas en día de adversidad, tu fuerza quedará reducida. Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que tienen su vida en peligro. Porque si dices: «Lo cierto es que no lo supimos», ¿acaso no lo considerará el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y él pagará al hombre según sus obras. Proverbios 24:10-12 RVR95
Sigue corriendo
Sin importar los problemas, sigue corriendo a tus propósitos, pero corre ligero, despójate de todo peso que te lo impida como el temor, la incredulidad, el pecado, culpa, fracaso, dolor, críticas y frustración.
Ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Hebreos 12:1 NTV
Mantén tus expectativas
Sin importar lo difícil y confuso de la situación, no pierdas el norte, no te desenfoques. Mira con gozo y entusiasmo el futuro, pues son el combustible que te dará las fuerzas para salir de la adversidad.
Las expectativas son las que nos dan la convicción de luchar por alguien o algo en la vida. Precisamente de esto trata la fe:
... la fe es la garantía de lo que se espera... Hebreos 11:1 NVI.
La fe atrae lo que cree y el temor atrae lo que teme.
Tienes poder para vencer
Tienes el poder de Dios para vencer. Así que levántate y conquista tus montañas. Enfrentarás oposición, pero vencerás porque Dios está contigo. De joven Caleb, fue enviado por Moisés como espía a la Tierra Prometida, por su fe y valentía Dios le hizo una promesa, pasaron los años y a pesar del tiempo reclamó y peleó por apoderarse de ella.
Así que dame la zona montañosa que el Señor me prometió. Pero si el Señor está conmigo, yo los expulsaré [enemigos] de la tierra, tal como el Señor dijo. Josué 14:12 NTV
Enfrentarse y matar al gigante Goliat, significó para joven David ser promocionado al reino. Considera que los problemas no son para destruirte, sino para promocionarte. David, echó mano de sus batallas con osos y leones; así tus victorias de ayer te preparan para las batallas de hoy y mañana. No te rindas, no claudiques, no abandones, porque sólo estarás derrotado si te das por vencido.