La Puerta - Reflexiones Cristianas

¿Cual puerta? ¡La de tu casa y la de tu corazón! ¿Es que no escuchas? ¡Alguien la está tocando! “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos” Apocalipsis 3:20 NTV

Hoy en día Jesús va tocando puertas por todo el mundo: puertas de los vicios, puertas del dinero, puertas de la infelicidad, puertas del fracaso, puertas del suicidio… Te sorprenderías al ver cuántas puertas toca Jesús: puertas en hoteles, puertas en hospitales, puertas en cantinas, hasta me atrevería a decir que Jesús toca puertas de los closets

Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra siempre se le vio rodeado de gente que tenía una necesidad... Él dijo que no venía por los sanos sino por los enfermos. ¿Qué tipo de enfermos? No solo aquellos que se encuentran aquejados por enfermedades físicas sino que se refería a enfermos del alma,  a enfermos del sistema,  a enfermos de la evolución de este mundo.

Y quizá me podrías refutar diciendo: ¿Es que acaso yo soy un diablo y he hecho muchas cosas malas como para ser perdonado? Sea que te sientas de esa manera o no,  te quiero recordar que un sábado como el que tuvimos ayer, muchísimos años atrás, Jesús tocó a las puertas del infierno y les tumbó la fiesta a los demonios…

Me imagino el infierno al rojo vivo… con stripers, con música estridente y muchos vicios pero esta vez paralizado… en shock total y mirándose la cara el uno al otro, sin saber dónde esconderse porque "El REY DEL UNIVERSO",  aquel que sabía de puertas pues había sido carpintero, estaba parado en frente de ellos… glorioso, imponente y listo para traer libertad a todo el que la quiera.
¿Eres uno de ellos? ¿Anhelas libertad? El nombre de Jesús deriva de la forma griega Yeshúa o Josué que significa "Dios salva" y a eso es a lo que Él vino: Jesús al tocar nuestra puerta vino a traernos salvación.

A Él nada se le pasa por alto, Él te conoce verdaderamente no en holograma y sabe qué escondes detrás de tu puerta.  Debes tener cuidado a quién le abres, no en vano nos dijo “...El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo” Génesis 4:7b NTV

Existen puertas que aparentemente te conducen por buen camino pero el fin es atraparte en un círculo sin salida. Es decir que buscan controlarte y que no sea Jesús el dueño de tu corazón y mucho menos tu puerta. La Biblia dice "Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos" Juan 10:9 NTV


Jesús es la puerta por la que debes cruzar y tu corazón es la puerta que debes abrir para que Él entre. Te aseguro que toda prisión que hayas sentido, quedará sin efecto y podrás ser libre de aquella puerta que te tiene prisionero. No te sientas condenado ni culpable porque cuando Jesús toca una puerta es para traer libertad y perdón.

"Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados" Miqueas 7:19

Así que nos queda abrir una puerta, la del arrepentimiento… Sí, es tiempo de arrepentirnos, de abrazarnos de su misericordia y escoger una nueva puerta: la del perdón y su amor. "Estas puertas conducen a la presencia del Señor y los justos entran allí" Salmo 118:20 NTV

¿Qué dices? ¿Abrimos la puerta y dejamos que otros entren o se la abrimos completamente al Señor? Comparte este mensaje a todos aquellos que necesitan abrir sus puertas y por qué no… comparte tú también aquella puerta que cerraste para abrirle a Jesús. Estoy segura que como siempre tu testimonio será de bendición para otros.


Por Wenddy Neciosup

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