Dosis de Sabiduría – 20 noviembre 2013
“El amor inagotable y la fidelidad protegen al rey; su trono se afianza por medio de su amor” Proverbios 20:28 NTV
No es lo mismo ser jefe que ser líder. La influencia no está relacionada con la posición o título, sino con el tipo de vida que vivimos.
Por lo tanto, el ser líder va más allá del simple hecho de dirigir o mandar. Un liderazgo auténtico debe inspirar, debe lograr marcar la vida de las personas que están expuestas a él.
Si lideras con un estilo de intimidación sólo obtendrás temor de tus seguidores. Si cambias a un estilo de amor, obtendrás lealtad y serás inspiración, en otras palabras: se obtiene más con miel que con hiel.
Dios es fiel. Su fidelidad no cambia, eso inspira confianza en quienes creen en Él. Como persona de influencia, demuestra a tu fidelidad a tus seguidores, fidelidad a tu visión, fidelidad a tus principios y fidelidad a tus promesas.
La marca del liderazgo de Jesucristo fue el amor, por lo que dijo: “No hay un amor más grande que el dar por la vida por los amigos”. Si no estás dispuesto a dar tu vida por tu familia, amigos, líderes, empleados o seguidores, no esperes que ellos den su vida por ti y por el proyecto que diriges.
“Yo soy el buen pastor [líder]. El buen pastor da su vida en sacrificio por las ovejas”. Juan 10:11 NTV
Si lideras con amor y fidelidad tu “trono” de liderazgo se afianzará!