Pastor Byron Sales Curiel
Dosis de sabiduría – 10 noviembre 2013
“Cuando lleguen las tormentas de la vida, arrasarán con los perversos; pero los justos tienen un cimiento eterno” Proverbios 10:25 NTV
Cada año en distintas latitudes de la tierra se forman las tormentas naturales [huracanes o tifones]. De la misma manera, las tormentas de la vida son cíclicas.
Previo a su pasión y muerte, Jesús se dirigió a sus discípulos con un discurso al parecer poco alentador pero al final esperanzador:
“En el mundo tendrán aflicción … pero no teman y confíen, Yo he vencido al mundo” Juan 16:33
Las tormentas de la vida no son una posibilidad sino una realidad: “cuando lleguen las tormentas”. No temas y prepárate para enfrentar oposición y adversidad.
Las tormentas de la vida solo destruyen a los perversos: “arrasarán a los perversos”. Ningún perverso prevalecerá, tarde o temprano será arrasado.
Las tormentas de la vida fortalecen y promueven al justo: “pero los justos tienen un cimiento eterno”. El cimiento eterno es Cristo y su Palabra.
“Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes y estables”. 1ª. Pedro 5:10 NVI